La Unión de la Nobleza del Antiguo Reyno de Mallorca

Como continuación y expresión contemporánea del espíritu y tradiciones de la Confraria de Sant Jordi, la Unión de la Nobleza del Antiguo Reyno de Mallorca, se constituyó en 1955 por representantes de algunas de las más ilustres familias de Mallorca bajo la presidencia del Marqués de Ariany, con el fin de preservar la memoria histórica y recuperar el espíritu de servicio característico de la antigua cofradía. La corporación tiene por objeto preservar y promover la memoria, valores y funciones tradicionales de los linajes nobles del antiguo reino de Mallorca, fomentando el estudio de su historia, participando en actos cívicos y religiosos y promoviendo valores tradicionalmente asociados a la nobleza.

Hoy cuenta con cerca de 80 caballeros y damas, descendientes de las familias de la antigua nobleza de Mallorca, Menorca, Eivissa y de los antiguos dominios continentales del reino de Mallorca. Entre sus integrantes se encuentran linajes que, a lo largo de generaciones, han mantenido su compromiso con la defensa, la cultura y el gobierno del reino. La institución promueve actividades sociales, culturales y benéficas. Sus acciones abarcan el patrocinio de publicaciones y estudios históricos que ponen de relieve la influencia de la nobleza mallorquina en la economía, defensa y vida social. A través de sus actividades corporativas, culturales y sociales, la Unión mantiene vivo el espíritu de cohesión, compromiso y responsabilidad propio de la nobleza corporativa. En este sentido, la Unión no sólo custodia y preserva un pasado ilustre, sino que también proyecta hacia el futuro una visión activa y responsable del papel histórico de la nobleza insular en la vida social y cultural del antiguo reino de Mallorca, así como de los valores que la caracterizan. Fiel a su vocación institucional, la corporación preserva la memoria de los linajes históricos y fomenta el estudio riguroso de su historia nobiliaria, con la finalidad de fortalecer la identidad del antiguo reino de Mallorca, manteniendo vivo el espíritu de servicio que ha caracterizado a la nobleza insular a lo largo de los siglos. Con la designación de un nuevo presidente en 2018 y la aprobación de sus recientes estatutos en 2025 se ha dotado de nueva vitalidad a esta corporación, que ha retomado su actividad cultural, benéfica y de carácter genealógico y nobiliario.